Son curiosas las cosas que puedes llegar a imaginarte un cristal o espejo roto. Mala suerte quizás para algunos, un simple amasijo de puros cristales rotos para otros.
Siempre ha representado la mala suerte, en dibujos para niños pequeños, señoras feas, que se miran y los rompen a reflejar su rostro en el.
Sueños rotos para otras personas, ilusiones quebradas, amor no correspondido, eso puede representar un cristal roto. Un corazón, se parece más a un cristal de lo que pensamos. Frágil, en el puedes guardar sentimientos, si los espejos, o cristales, nos mostraran todo lo que han pasado ante ellos, sería como nuestro corazón, que lo guardamos todo ahí, sin más.
Esperando la persona perfecta para entregárselo, para ser correspondidos. Para sentirnos queridos.
Un cristal puede tener mucha dureza, pero ser frágil al mismo tiempo, como los corazones, un corazón, puede ser de una persona terca, que nunca ha sabido amar, siempre intentando buscar alguien para complacer su corazón. Hasta que un día inesperado, encuentra esa persona tan anhelada, llenando de vida su frio corazón, en el que si un espejo de tratara, reflejaría, el rostro más bello de todo el universo. Pero recordar, esa persona terca y ruda, de dicho corazón, puede quebrarse, solo con darle el más mínimo golpe, en el sitio exacto de su delicado y frágil corazón. Este, se fragmenta en minúsculos cristales esparcidos por todo su ser. Y os preguntareis, porque hablo del corazón, y los espejos, simplemente, de lo que era, y lo que se ha convertido, mi corazón de cristal.
Grácias por leer.
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